¡Hola, queridas lectoras!
Cursiva: se dice de una forma tipográfica que sirve para dar énfasis en un texto.
Efectivamente, queremos destacar esa palabra en el texto, recalcar que es diferente y que tiene otra funcionalidad. Por eso, te voy a explicar uno de los casos más extendidos en el uso de esta tipografía: los extranjerismos.
Extranjerismo suena a algo misterioso, ¿verdad? Bien, no es más que una palabra que acuñamos a un término que viene de otra lengua y que quiere introducirse en la nuestra, traspasando las normas fonéticas y gramaticales. Desde ya te aviso que todas las lenguas han ido incluyendo extranjerismos en su repertorio y desde hace muchos siglos, pero es cierto que, desde que se ha acelerado la globalización en el último siglo, convivimos cada vez más con estos términos. Muchos de ellos innecesarios, también hay que decirlo, ya que existen en español.
A parte de esto, tengas la opinión que tengas, hay algo que no vas a poder evitar: destacar estos términos. La Academia y los diccionarios recogen los términos extranjeros en letra cursiva porque no se han adaptado al español. Si no puedes escribir en cursiva, ya sea porque estés escribiendo a mano o porque un programa o aplicación no te dé esa opción, recuerda que puedes entrecomillar la palabra con las comillas angulares (« »).
Imagínate que estás escribiendo un mensaje a tu amigo sobre la comida italiana que te zampaste ayer. Puedes decir:
- Me comí una pizza napolitana increíble y tenía muchísima mozzarella.
- Me comí una «pizza» napolitana increíble y tenía muchísima «mozzarella».
En definitiva, utiliza el formato que más se adapte a ti o a tus circunstancias de redacción, pero siempre tienes que destacar estos términos. ¡Y no solo hay un tipo de extranjerismo! Vamos a ver los más comunes:
Extranjerismos deliciosos
Se tratan de extranjerismos que vienen para conquistar nuestros paladares. ¡Ay, la comida internacional! Pizza, croissant, roast beef, fingers de pollo, couscous y un largo etcétera. ¡Invaden nuestras mesas y estómagos!
¡Alto ahí! La policía lingüística ha detectado que muchas de estas palabras están adaptadas al español. En el expediente aparece una larga lista de términos culinarios que se escriben en español. Tomando de ejemplo los anteriores, podemos escribir cruasán, rosbif, tiras de pollo y cuscús. Lo siento, la pizza no se salva.
Y no solo la comida, algunos elementos o acciones relacionados como los food trucks (grastronetas) y el showcooking (cocina en vivo/demostración culinaria) también se incluyen.
Extranjerismos tecnológicos
Estos son los que se han integrado en nuestras vidas digitales. ¡Hola, smartphone! ¡Hola, selfie! ¡Hola, applewatch! Sí, vienen de lejos, pero ya son como de la familia. Intenta no decir online, wifi o software durante un día. Ya te digo yo que es imposible.
Te dejo aquí una lista muy completa con más de 100 palabras tecnológicas, por si no las identificas.
Así que cuando escribas sobre esa nueva app que descargaste, no olvides escribirlo bien: Descargué la mejor app de meditación. La tecnología y tú: un amor moderno.
Extranjerismos de moda
La moda no se queda atrás en esta invasión léxica y se pasean por nuestras pasarelas lingüísticas sin pedir permiso. Hablar del outfit del evento es mucho más moderno que decir conjunto, ¿verdad? Y esto solo acaba de empezar porque cada vez aparecen más y más palabras, más tendencias…
Desde mi punto de vista, muchos de estos extranjerismos son innecesarios, ya que disponemos de sus equivalentes en español. Obviamente queda genial vestir oversize, pero utilizar ropa holgada es lo mismo. Al igual que preparar el showroom para elegir los outfits y el make up para el shooting, es decir, preparar el salón de exposición para elegir los conjuntos y el maquillaje para la sesión de fotos.
La Fundéu, nuestra querida aliada, nos comparte una lista maravillosa con las equivalencias (por si tienes algún evento y quieres enterarte de lo que hablan).
Extranjerismos pop
Aquí llegamos a los que se cuelan en nuestras conversaciones cotidianas, en nuestras series y películas. Palabras como spoiler, comeback, y flashback se mezclan con naturalidad en nuestro español. Y ojo, que esto no es cosa solo de los milenial y la generación Z, ¡todas estamos contagiadas!
Obvio que caemos en ellas sin darnos cuenta (aquí me incluyo), pero es tan sencillo pararse y reformular los términos como biopic (biografía o película biográfica), plot twist (giro argumental), remake (nueva versión o adaptación), indie (cine independiente), thiller (película de suspense), target (público objetivo), etc.
Extranjerismos de negocios
El mundo empresarial no se queda atrás. Esos meetings (reuniones), brainstormings (lluvia de ideas) y feedbacks (retroalimentación/evaluación) ya son parte de nuestra jerga laboral, Wall Street nos ha conquistado.
A veces, parece que hablamos un idioma propio en la oficina, uniendo hasta cinco o seis extranjerismos seguidos, y no nos quejamos, ¿verdad? Por no hablar de que todos los puestos de trabajo, sobre todo los de dirección, han transformado su nombre: «CEO y Project Manager en Cyber Security». Hablando en plata, esta persona es directora general y gestora de proyectos en su empresa de ciberseguridad. No era tan difícil, ¿no?
En definitiva, podría estar hablando de extranjerismos todo el día y darte muchas listas donde ya advierten del abuso que hacemos de estos términos. Al final, quienes rigen la lengua son los propios hablantes y vamos modificando el discurso y las palabras por tendencias, costumbre y adaptabilidad al entorno.
Los extranjerismos son como esas amigas que conociste en el baño de una discoteca: llegan de casualidad y al final se quedan.
¡Hasta pronto!
Silvia